No es una noticia nueva que los refrescos son una opción poco saludable para nuestro organismo, y su consumo abusivo influye negativamente en nuestra salud. En particular no soy muy partidario de los refrescos, y esto se debe a que desde muy pequeño mis padres me inculcaron las consecuencias de su consumo. No obstante, la gran mayoría de las personas no viven esta realidad y de hecho, veo a diario personas de diferentes clases sociales, trabajos y condiciones económicas con su botella de refresco (Coca-cola, Pepsi Cola) a mano.
- La desmineralización de los huesos por su alto contenido en ácido fosfórico.
- Daños en el sistema nervioso central por su contenido en cafeína, su consumo en exceso acarrea a sufrir de insomnio, adicción, nerviosismo constante, entre otros efectos indeseados.
- Daños a la mucosa estomacal, el ph ácido de la Coca-cola es lo que muchos consideran un potente anticorrosivo.
- Contribuyen al desarrollo de enfermedades crónicas como obesidad y diabetes.
En conclusión, ningún refresco se puede considerar una bebida saludable, pero la cuestión aquí es la gran aceptación que éstos tienen y su amplia promoción que estimulan su consumo y hacen más difícil limitar su ingesta para beneficiar la salud.
Para muestra de un botón los dejo con un pequeño vídeo ilustrativo que muestra la cantidad de azúcar que ingerimos al tomar una bebidas de estas.
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